La energía de activación en química y biología es
la energía mínima
que necesita un sistema antes de poder iniciar un determinado proceso.
La energía de activación suele utilizarse para denominar la energía mínima necesaria
para que se produzca una reacción química dada. Para que ocurra una
reacción entre dos moléculas, éstas deben colisionar en la orientación correcta
y poseer una cantidad de energía mínima.
A medida que las moléculas se
aproximan, sus nubes de electrones se repelen. Para superar esto se requiere
energía (energía de activación), que proviene de la energía térmica del sistema, es decir la suma
de la energía traslacional, vibracional, y rotacional de cada molécula.
Si la energía es suficiente, se vence la repulsión y las moléculas se aproximan
lo suficiente para que se produzca una re ordenación de sus enlaces. La ecuación de Arrhenius
proporciona una expresión cuantitativa para la relación entre la energía de
activación y la velocidad a la que se produce la reacción. El estudio de las velocidades
de reacción se denomina cinética química.
Un ejemplo particular es el que se da en la combustión de
una sustancia. Por sí solos el combustible y el comburente no producen fuego,
es necesario un primer aporte de energía para iniciar la combustión, que luego
es auto sostenida. El aporte de una pequeña cantidad de calor puede bastar para
que se desencadene una combustión, haciendo la energía calórica aportada el
papel de energía de activación, y por eso a veces a la energía de activación se
la llama entalpía de activación.
Según su origen, este primer aporte de energía se clasifica
como:
Químico: La energía química exotérmica desprende calor, que
puede ser empleado como fuente de ignición.
Eléctrico: El paso de una corriente eléctrica o un chispazo
produce calor.
Nuclear: La fusión y la fisión nucleares producen calor.
Mecánico: Por compresión o fricción, la fuerza mecánica de
dos cuerpos puede producir calor.
Cuando se produce una reacción química, los enlaces que unen
los átomos deben romperse y formarse otros nuevos. Las moléculas se rompen y se
forman moléculas nuevas, diferentes de las que había anteriormente.
Para poder romper los enlaces existentes, es necesario
suministrar una energía, la energía de activación, que permite que la
transformación química comience.Si los productos de la reacción tienen menos energía que los
reactivos, variación de energía < 0, la propia reacción producirá energía y
continuará por sí sola: es una reacción exotérmica. Pero para iniciarla seguirá
siendo necesario suministrar la energía de activación. Así, para encender una
cerilla, basta frotarla con el rascador. Una vez iniciada la combustión, ésta
continuará, pero se necesita frotar para que la cerilla encienda.
Si los productos tienen más energía que los reactivos,
variación de energía> 0, la reacción no produce energía, sino que la consume
y es necesario suministrar energía constantemente para que la reacción tenga
lugar, en caso contrario, se detiene: es una reacción endotérmica. Por eso, al
cocinar, se debe mantener los alimentos sobre el fuego, en el momento en que
dejan de calentarse, la reacción se detiene y los alimentos quedan crudos.


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